En lo que va del año, 930 menores de edad extranjeros han arribado a México tras ser devueltos de Estados Unidos bajo el Título 42, que autoriza expulsar a niños, niñas y adolecentes migrantes acompañados de algún familiar en menos de 15 minutos por representar potencialmente un riesgo para la salud.
De acuerdo con datos oficiales del Instituto Nacional de Migración (INM), de estos menores de edad, 790 (85 por ciento) se fueron de los albergues sin solicitar refugio en nuestro país, por lo que las autoridades desconocen su paradero.
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Según el INM, en lo que va de 2021 aproximadamente 900 familias migrantes, integradas por dos mil personas han sido expulsadas de Estados Unidos bajo el Título 42. Dentro de este grupo se encuentran los 930 menores de edad, de los cuales sólo cinco por ciento (47 niños, niñas y adolescentes) han pedido apoyo para lograr el refugio en México, debido a que huyeron de su país por la violencia.
Mientras que 10 por ciento (93 menores de edad) solicitó apoyo para llevar a cabo su regularización temporal ante el INM, que les otorga una tarjeta de visitante por razones humanitarias con una vigencia de un año, que puede renovar durante cuatro años consecutivos, posteriormente se les da la permanente. Los restantes son quienes abandonaron los albergues.
A diferencia de los deportados, este grupo que es expulsado por el Título 42 sale de Estados Unidos en fast track debido a que no son presentados ante ningún juez migratorio, sólo son entregados a autoridades mexicanas bajo el argumento de que son un riesgo sanitario por ser posibles portadores del Covid-19. Como no se presentan ante un juez migratorio no pueden solicitar asilo a EU.
Al ser expulsados, los menores y sus familias son recibidos por personal del INM en los puentes internacionales y trasladados a las oficinas de Grupo Beta para comenzar con su proceso de recepción. Ahí se inicia el procedimiento administrativo para otorgarles un permiso por 30 días, para que estén en México de manera regular.
Todas las familias con menores son canalizadas al DIF, el cual es apoyado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), para realizarles una entrevista inicial y detectar los casos urgentes, como el que un menor tenga que ser trasladado a un hospital. Cuando terminan su proceso, Migración traslada a los menores y sus familias a algún albergue. Ahí, en promedio, permanecen un mes o mes y medio. Después se van.
La mayoría de ellos, de acuerdo con la Casa del Migrante de Ciudad Juárez, abandonan los albergues para volver a intentar cruzar a Estados Unidos o porque sus padres logran conseguir algún empleo o un lugar mejor para quedarse. La minoría deja los campamentos para regresar a sus países de origen.
“Desde hace meses, los albergues en toda la frontera se encuentran a su máxima capacidad y siguen llegando migrantes todos los días, por lo que no pueden permanecer por mucho tiempo. Llegan a descansar, a comer, pero muchos, la mayoría, independientemente de la edad que tengan, se desesperan y se van. Muchos a intentar nuevamente cruzar, otros prefieren estar en la calle. La verdad es que nadie sabe a ciencia cierta dónde están ni lo que pasa con ellos”, afirmó la organización civil consultada por El Sol de México.
La mayoría de las expulsiones de menores, principalmente procedentes de Honduras, Guatemala y El Salvador, se registraron, según el INM, entre abril y agosto pasados. En estos meses registraron más deportaciones de centroamericanos y es el inicio de nuevas políticas de Estados Unidos y México, como el trasladado vía aérea de los migrantes detenidos a territorio mexicano para después ser devueltos a sus países de origen.
De enero a la fecha, un total de 34 mil 427 menores de edad migrantes acompañados y no acompañados fueron detenidos mientras transitaban territorio mexicano. La cifra es tres veces mayor a la registrada en el mismo periodo de 2020, en el que se identificaron a 11 mil 703 menores de edad, acompañados y no acompañados, según el INM.
Del total, ocho mil 525 viajaban solos y 25 mil 902 con un adulto, principalmente de Honduras, Guatemala y El Salvador. Respecto al género de los menores identificados en lo que va del año, 19 mil 859 son hombres y 14 mil 568 mujeres.