GUADALAJARA. Los 376 internos del Centro Federal de Readaptación Social número 2 de Occidente, en Jalisco, que vive sus últimas horas en funcionamiento, fueron sacados en 18 camiones y trasladados vía aérea a reclusorios de Michoacán, Guanajuato y Nayarit.
Los camiones llegaron la madrugada de ayer al penal con sede en Puente Grande y en los mismos fueron sacados los internos, según testimonios de los familiares. Por tierra fueron trasladados a la base aérea de la V Región Militar y salieron en varios vuelos hacia Nayarit, Michoacán y Guanajuato, donde serán reubicados.
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La organización Documenta A.C. respaldó la petición de familiares a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para que vigile los traslados, ya que es ahí donde normalmente se dan violaciones a los derechos humanos, tortura y maltrato, e instale un mecanismo para informar a las familias sobre el paradero de sus internos.
Han presentado incluso una queja donde se asienta que, “de no realizarse con apego a derecho, los traslados pueden afectar los procesos penales —en el caso de personas que están siendo procesadas— y su derecho a la comunicación con sus defensores y familiares”.
A las autoridades demandaron que se les dé información sobre el centro penitenciario a donde los internos serán enviados; que se notifique cada traslado a los jueces de ejecución dentro de las 24 horas posteriores para calificar su legalidad y que comuniquen los traslados a sus defensores legales o familiares.
El penal albergó a poderosos capos de la droga como Rafael Caro Quintero, Miguel Ángel Félix Gallardo, Miguel Ángel Treviño Morales, El Z-40, Jesús Alfredo Beltrán Guzmán, El Mochomito, y Joaquín El Chapo Guzmán, quien se fugó por primera vez en 2001 de esta cárcel.
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