Dos niños que viajaban de noche, a bordo de una cuatrimoto, por la carretera 25 estatal, que comunica la comunidad de Cañada Honda con el municipio de Asientos, volvieron a nacer, luego de ser brutalmente arrollados por una camioneta de del servicio de transporte público intermunicipal que se trasladaba a toda velocidad y cuyo conductor asegura que no vio la frágil unidad hasta que era demasiado tarde.
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Los hechos se registraron en la mencionada vía, cuando quien dijo llamarse Eduardo y contar con 23 años de edad, viajaba tras el volante de una camioneta Nissan Urban del servicio público de pasajeros, sobre la vía mencionada.
Según la versión que el chofer de esta unidad proporcionó a las autoridades, al momento de llegar al kilómetro 34 de la carretera mencionada, de improvisto y entre las sombras de la noche apareció una cuatrimoto, conducida por un niño llamado Ángel, de apenas ocho años de edad, quien viajaba acompañado de otro menor, de quien solo se supo responde al nombre de Marco Antonio.
Según su versión, cuando se percató que arrollaría a los menores, aplicó a fondo los frenos, sin lograr evitar embestir la frágil unidad, misma que quedó completamente destrozada. Como consecuencia del fortísimo golpe, los niños salieron disparados.
Temiendo lo peor, los propios pasajeros de la combi de transporte público se aseguraron que Eduardo no se diera a la fuga, al tiempo que solicitaron la presencia de los servicios de emergencia para que hicieran todo lo posible por salvar la vida de los pequeñitos.
Al lugar arribaron a los pocos minutos paramédicos del Instituto de Servicios de Salud del estado (ISSEA), policías estatales y elementos de la Guardia Nacional, quienes al llegar observaron incrustada en el frente de la Urvan una cuatrimoto amarilla con azul, sin placas de circulación, completamente dañada y en piso dos menores de edad, por lo cual se dieron a la tarea de brindarles los primeros auxilios.
En ese momento se percataron de que el conductor, de ocho años de edad, presentaba un golpe en la cabeza y varios en diversas partes del cuerpo, por lo que, tras una valoración lo trasladaron al Hospital General de Pabellón de Arteaga, donde se determinó que las lesiones no ponen en riesgo su vida. Respecto al otro menor, tras su valoración, se determinó que no requería ser trasladado a un hospital.
El conductor de la unidad de transporte público fue trasladado ante el Agente del Ministerio Público, donde se determinará su situación jurídica.
LESIONES LEVES
Pese a lo aparatoso del accidente, no está en riesgo la vida de los menores
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