Fue un error, una disculpa, nosotros sabemos que ustedes son inocentes, no cometieron nada. Ahí disculpa
Fueron las palabras que los agentes ministeriales le dijeron a una familia conformada por tres integrantes que fueron detenidos durante la mañana del martes porque los acusaron de matar a un policía municipal de Cosío.
Sobre los hechos estos ocurrieron alrededor de las 03:00 horas del martes cinco de octubre, cuando el ahora occiso de nombre Jorge Humberto de 31 años y dos elementos más de la corporación municipal de Cosío le marcaron el alto al conductor de una camioneta Jeep Cherokee con vidrios polarizados.
Al detener su marcha, los ocupantes de la unidad descendieron de la misma y dispararon en contra de los oficiales, logrando matar a uno de ellos y luego darse a la fuga del lugar.
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Horas más tarde, los agentes ministeriales, policías estatales y municipales de Cosío tuvieron conocimiento que los presuntos agresores se habían escondido en una finca de la comunidad La Punta, perteneciente en aquella cabecera, por lo que se trasladaron a dicho punto para prácticamente tomar las calles y comenzar con la búsqueda.
Fue así que, al interior de un domicilio, detuvieron a tres personas: dos hombres y una mujer que rápido fueron trasladados a las instalaciones de la Policía Ministerial para ser interrogados.
El jefe de familia menciona que los oficiales tenían a su hijo -al parecer menor de edad- contra el suelo y encañonado, mientras que a él lo golpearon con “las culatas” y presuntamente no le querían decir de qué los estaban acusando.
Dice que, al encontrarse en las instalaciones de la FGEA, lo escoltaron a un cuarto que se encuentra en la parte baja de la corporación, donde se encontraban alrededor de cinco elementos y le ofrecieron algo de comer para dialogar “tranquilamente”.
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“¿De qué cártel eres?” -fue la primera pregunta que le hicieron-. “Ya sabemos que tú eres. Entonces, nos dices quién te mandó o con quién vienes, ¿o qué? ya sabemos cómo está el ambiente, tú no te apures, tú platícanos”. Para ese entonces la persona arrestada no tenía conocimiento de lo que estaba ocurriendo y mucho menos de qué lo estaban inculpando y lo que había sucedido horas atrás.
De repente, uno de ellos le dice lo siguiente: “¿Cómo qué no? Tú te metiste con mi compañero”. Y fue de esa manera como se enteró del porqué se encontraba detenido en la Policía Ministerial y explica que la intensión de los agentes era que se declarara culpable.
Luego de varios minutos lo llevaron a una oficina donde al parecer capturan la declaración de los detenidos, por lo que al preguntarle a una persona sobre el delito del que lo estaban acusando, la respuesta fue: “delitos contra la salud”.
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Luego de aproximadamente 24 horas, los oficiales llegaron a la celda donde se encontraba el jefe de familia, mismo que pensó que de nuevo lo iban a golpear. Al llevarlo a la parte alta de la corporación, “unas personas” le dijeron: “Fue un error, una disculpa, nosotros sabemos que ustedes son inocentes, no cometieron nada. Ahí disculpa”. Antes de dejarlos en libertad, lo hicieron firmar unos documentos que decían “un envoltorio con sustancia granulada”, es decir, al parecer actualmente cuenta con una carpeta de investigación por delitos contra la salud.
Explica que también su camioneta fue asegurada y le levantaron una infracción por supuestamente conducir con el celular en la mano, no contar con tarjeta de circulación ni licencia de conducir.
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