Una muerte instantánea encontró joven estudiante, quien a bordo de su automóvil pretendió ganarle el paso al tren, siendo impactado aparatosamente por la mole de acero.
Los hechos se registraron la tarde de este viernes en el crucero de la carretera estatal 90 y las vías del ferrocarril, en el municipio de Pabellón de Arteaga, a 34.8 kilómetros al norte de la capital del estado.
En ese punto, quien respondía al nombre de Édgar Eduardo, de 20 años de edad y tuvo su último domicilio en la colonia Plutarco Elías Calles del municipio donde ocurrieron los hechos, se desplazaba en su automóvil Jetta color tinto, modelo 2005 con placas de Aguascalientes, luego de haber concluido las clases en el Instituto Tecnológico de Pabellón de Arteaga (ITPA), el cual se ubica apenas a unos metros del sitio donde ocurrió el trágico percance.
Al llegar a ese punto y percatarse que se aproximaba el carguero, en lugar de frenar y esperar el paso del convoy, imprimió mayor velocidad a su unidad, pensando que podría cruzar al otro lado de las paralelas.
Lamentablemente no lo logró y fue impactado por las máquinas 4126 y 4531 de la mole de acero, mismas que golpearon el auto exactamente a la altura del conductor, provocando múltiples y graves lesiones que le cortaron la existencia al instante mismo de recibir el golpe.
Horrorizados, compañeros de Édgar Eduardo y estudiantes del ITPA, que presenciaron el hecho, corrieron al sitio, con la esperanza de poder rescatarlo del interior del maltrecho automóvil.
Al mismo tiempo, se solicitó la presencia de los cuerpos de emergencia. A los pocos minutos arribaron policías estatales, municipales y paramédicos del Instituto de Servicios de Salud del Estado de Aguascalientes (ISSEA), a bordo de la ambulancia ECO 340, quienes al intentar auxiliarlo, determinaron que ya no presentaba signos de vida, por lo que se dio aviso a personal de servicios periciales para el levantamiento del cuerpo.
Tras practicarle la necropsia de ley, se determinó que el joven falleció a causa de un traumatismo cráneo encefálico severo y un trauma torácico abdominal profundo, derivado del fuerte impacto que recibió de lleno en su cuerpo.
RESPONSABILIDAD
La legislación mexicana establece que los conductores de ferrocarril que se ven expuestos a estos accidentes son liberados de toda responsabilidad, al no contar con ninguna posibilidad de evitar el percance