Casi a la medianoche del sábado y por la puerta trasera del Centro de Reeducación Social para Varones de Aguascalientes, el exfutbolista profesional Alejandro Molina recuperó su libertad luego de dos años, 10 meses y 28 días de reclusión.

De manera inusual, al exdeportista se le permitió no salir a pie y de día por la puerta principal, sino que abordó una camionera de lujo que ingresó cerca de las 23 horas del pasado sábado a las instalaciones del penal para varones, a bordo de la cual se retiró acompañado de sus abogados.

Alejandro Molina fue detenido en agosto de 2015 junto con el también exfutbolista profesional uruguayo Luis Gorocito, luego de de que agredieran con pies y puños al joven universitario Luis Rodolfo Mariscal, quien contaba con apenas 22 años por haberles reclamado que le gritaran improperios a su novia, cuando salían de un bar del norte de la ciudad.

Durante el proceso, los abogados de Molina lograron que su acusación se reclasificara de homicidio calificado a homicidio en riña.

Aunado a lo anterior, se acogieron a la figura de Juicio Abreviado, considerado dentro del nuevo Sistema de Justicia Penal, lo que les permitió que la pena fuera reducida a sólo dos años, 10 meses y 28 días, mismos que se cumplieron el sábado anterior.

Al abandonar el Cereso, Molina fue escoltado por custodios del lugar desde su celda hasta la camioneta de lujo que previamente había ingresado al penal, la cual abandonó rápidamente el sitio.

En el exterior ya le esperaban varios automóviles con personas no identificadas, los cuales se unieron al convoy y se alejaron con rumbo desconocido.

Tanto los padres del joven asesinado, Rodolfo y María Teresa como la Fiscalía General de Aguascalientes han impugnado la decisión de la Jueza de la causa al considerar que la pena impuesta es extremadamente baja.

En el caso de Luis Gorocito, desde 2017 se le fijó una fianza de tres millones de pesos, la cual no ha podido cubrir y se encuentra a la espera de que le sea dictada sentencia.

HOMICIDIO

Los hechos ocurrieron en agosto de 2015, cuando al salir de un bar del norte de la ciudad, el joven de 22 años reclamó a los entonces jugadores profesionales que lanzaran improperios a su novia, lo que provocó que éstos lo agredieran con pies y manos