Un hombre que atravesaba por una fuerte depresión y pasó el din de semana solo, acompañado de su perro, tomó la fatal determinación de privarse de la existencia, en el interior de su domicilio.
Quien se convierte en el suicida número 156 del presente año, llevó en vida el nombre Miguel Fernando y contaba con 30 años de edad, quien se colgó con una cadena en patio de su casa, ubicada en la calle 13 de Junio, en el fraccionamiento Villas de San Antonio, en la zona sur de la ciudad.
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Fue la esposa del infortunado, quien dijo llamarse Beatriz, la que encontró el cuerpo sin vida, tirado en el patio trasero de la vivienda, con una cadena atada al cuello, por lo cual los investigadores presumen que, tras permanecer en suspensión, el peso venció el soporte donde había sido colocada y terminó por caer al suelo.
La mujer, quien pasó el fin de semana en la casa de sus padres arribó al domicilio y al entrar comenzó a llamar a su marido sin obtener resultado, ante lo cual lo empezó a buscar en cada una de las habitaciones de la construcción.
Fue al llegar al patio, donde el perro que tienen como mascota ladraba de manera desesperada, que se encontró con la macabra escena, sin poder acercarse a verificar el estado de su esposo, dado que el can se comportaba en extremo agresivo y no se lo permitió.
Desesperada, llamó por la vía telefónica a los servicios de emergencia, arribando a los pocos minutos elementos de la Policía Municipal de Aguascalientes y paramédicos, quienes confirmaron que nada podía hacerse ya por Miguel Fernando, quien en ese momento tenía ya muchas horas de haber pasado a mejor vida.
Uno de los hermanos del hoy occiso comentó a los investigadores que tenía tres días tratando de localizar a su consanguíneo de manera infructuosa y sólo tuvo conocimiento que durante el fin de semana le llamó a una amiga para comentarle que se sentía mal, sin poder proporcionar mayores datos.
A la que fue la última morada del suicida, arribó el Agente del Ministerio Público adscrito a la Fiscalía General del estado, quien, tras dar fe de cadáver, ordenó su levantamiento y traslado al descanso del Servicio Médico Forense, donde le fue practicada la necropsia de ley.