Al determinar la obligatoriedad de instituciones de salud de practicar abortos a mujeres que se dicen víctimas de una violación, los magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) no toma en cuenta el bienestar general de la paciente agredida.
El obispo de la Diócesis de Aguascalientes, José María de la Torre Martín, lamentó que el máximo tribunal de nuestro país se preocupe más por legalizar la pena de muerte en contra de vidas inocentes, desde el vientre materno, que por sancionar con dureza a los presuntos violadores.
Con ello lo que están propiciando es que estos presuntos delincuentes cometan una y otra vez la misma fechoría y hasta pudiera darse el caso que el mismo victimario lleve a la víctima a abortar y la siga usando para volver otra vez o que se use este argumento para abortar a hijos no deseados o producto de un adulterio
De la Torre Martín calificó la sentencia emitida en este sentido por la SCJN, como una “victoria pírrica” de grupos proabortistas, quienes anteponen su propio bienestar por encima de los demás.
Es cierto que las mujeres tienen derecho a su cuerpo, pero no lo tienen sobre cuerpos ajenos y es un niño, un ser humanos el que está ya vivo y creciendo en su ser
De la misma manera, apuntó, esta determinación judicial atenta contra el derecho constitucional que tienen doctores y enfermeras de interponer la objeción de conciencia para no matar a un inocente.
Se congratuló que tanto el Congreso del estado como los gobiernos municipal y estatal tengan conciencia del valor que tiene la familia y se hayan establecido acciones para fortalecer la unidad básica de la sociedad.
Si hay familias fuertes, tendremos tejidos sociales fuertes. Se quiere y se busca que en vez de adoptar una ideología de género y aplicarla en las escuelas indiscriminadamente, en vez de esa perspectiva equivocada, se adopte una perspectiva familiar transversal, de políticas, ofertas e iniciativas diversas para fortalecerlas. Queremos que el concepto de familias fuertes se concrete política y estratégicamente con presupuestos y acciones concretas.José María de la Torre Martín