La Diócesis de Aguascalientes no cuenta con exorcistas de oficio y solo los dos canónigos de Catedral son nombrados de forma ocasional para atender casos de posibles posesiones que, a la fecha, no han sido comprobadas.
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De vez en vez, algunos files solicitan al Obispado su intervención para expulsar los demonios de sus familiares, que consideran están poseídos, sin embargo, luego de estudios y análisis a fondo, se determina que su situación obedece más a cuestiones mentales, que relacionadas con el maligno.
José María de la Torre Martín, obispo de la Diócesis reconoce que, en lo personal, no ha querido extender ningún nombramiento permanente a ningún sacerdote y sólo se permite atender estas situaciones a los padres Casimiro y Francisco Javier.
Siempre ha ocurrido que ellos se entrevistan con las familias, con la persona presuntamente poseída, les piden exámenes, se busca ver el entorno y luego, si es necesario, se procede, pero son muy raros. Algunos que no queda conformes, se van a San Luis Potosí, en aquella Diócesis sí hay exorcistas de oficio
Por lo general, explica, situaciones de violencia intrafamiliar son interpretadas como posesión. Lo mismo sucede con menores que realizan toda clase de lloriqueos para salirse con la suya y al final resulta que sólo eran berrinches.
Califica como muy delicado hablar de una persona poseída, pues dicha condición involucra el entendimiento y la voluntad y ceder el señorío al demonio. Cuando una persona se descuida y no puede orientar bien sus pasos, explica, es como una casa abandonada que poco a poco va a la ruina y es necesario revisar el fondo del mal comportamiento y no apresurarse a bañarlo con agua bendita.
De la Torre Martín reconoce sin embargo que, en la mayor parte de los casos la maldad no proviene de posesiones, sino que, dentro de nuestra debilidad humana, hacemos el mal a sabiendas que nuestras acciones no son correctas.
Hay un espíritu malo, uno bueno y uno feo. El bueno es el espíritu de Dios, que nos inspira a cosas buenas y bellas, el malo es el que nos pone tropiezos para que nos las hagamos. Ninguno de los dos influye en nuestra voluntad, nosotros somos libres de hacer las cosas. La mayor parte de los problemas que tenemos son por espíritus feos.José María de la Torre Martín, Obispo de la Diócesis