Es verdaderamente urgente que el sector gubernamental instrumente apoyos directos, suficientes y oportunos para atenuar el impacto sobre el desempleo que se generaliza. Si bien este impacto se espera que sea temporal, en los siguientes meses muchas familias sufrirán una caída sustancial en sus ingresos para su sustento. En el sector informal este impacto será todavía más dramático.
RECIBE LAS NOTICIAS DIRECTO EN TU CUENTA DE TELEGRAM, SUSCRÍBETE AQUÍ
Así lo señala el analista Raymundo Cruz Ramos, con base en un diagnóstico elaborado por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), al precisar que en México, hasta ahora, los apoyos gubernamentales para enfrentar la situación de emergencia, han sido tímidos y sin una estrategia clara e integral.
En particular, con el aislamiento social de esta segunda fase de la pandemia, ya muchas PyMEs, sobre todo del sector servicios, están resintiendo la drástica caída en sus operaciones y ventas, y ven amenazada su subsistencia.
Aunado a lo anterior, la calificadora S&PGlobal redujo la calificación soberana de México de ‘BBB+’ a ‘BBB’, debido a la caída en los precios del petróleo y la crisis por la pandemia de Covid-19, lo que acentúa la preocupación por la vulnerabilidad de la economía nacional e incrementa la apremiante necesidad de reforzar políticas públicas que ayuden a enfrentar la situación.
Adicionalmente, preocupa que S&PGlobal mantuvo la perspectiva ‘negativa’, que señala que pueden llevar a cabo degradaciones crediticias subsecuentes en los próximos 12 a 24 meses.
En este sentido, debemos congratularnos ante la labor conjunta de la banca mexicana con la CNBV para ofrecer apoyos a los usuarios de crédito al consumo, de vivienda y comerciales cuya fuente de pago se encuentre afectada por la contingencia sanitaria, lo que sin duda representará un alivio importante para muchos hogares y negocios.
El mundo ha enfrentado diversas crisis de toda índole, dos guerras mundiales 1914 y 1939, la gran depresión del 1929, el crack financiero del 1987, la burbuja del punto com del 2000 y más recientemente la gran depresión del 2008 conocida como la caída de Lehman Brothers, todas ellas con diversos factores que las detonaron, pero con un común denominador: ”Incertidumbre”.
Hoy en día enfrentamos una incertidumbre similar originada por dos factores principalmente como son, la pandemia proveniente del Coronavirus (Covid-19) y una guerra de precios del petróleo entre los principales países productores. Al parecer estos temas son el detonador de algo que en los últimos años los expertos en economía veían venir, sin ser precisos se hablaba de una desaceleración o recesión económica.
EL DATO...
Se requiere de una estrategia clara e integral para hacer frente a la apremiante situación económica