En lo que va del año, al menos cuatro personas privadas de su libertad han fallecido en centros de reinserción social de Aguascalientes, en circunstancias que han despertado preocupación sobre el estado de salud mental de los internos.
Uno de los casos más recientes ocurrió el último domingo de octubre, cuando Luis Felipe, de 49 años, fue hallado sin vida en el CERESO de Alta Seguridad en el municipio de El Llano, presuntamente por suicidio.
Manuel Alonso García, secretario de Seguridad Pública del Estado, abordó la situación en rueda de prensa. “Es por la depresión que sufren al estar compurgando sus penas y toman esa decisión”, declaró al ser cuestionado sobre la ola de suicidios que ha afectado los CERESOS de Aguascalientes.
El funcionario reconoció que algunos internos fallecidos ya contaban con diagnósticos de ansiedad o depresión y destacó la importancia de brindar atención adecuada para prevenir que estos episodios se repitan.
Ante la creciente preocupación, Alonso García aseguró que no se está desestimando el problema y se están implementando políticas de apoyo psicológico en los CERESOS.
“Estamos trabajando en políticas para mantener saludables a los internos y ofrecer atención especializada a las personas privadas de su libertad (PPL). No queremos que una situación así vuelva a suceder”, afirmó el secretario, subrayando el compromiso de las autoridades con la salud mental de los internos.
Pese a las declaraciones oficiales, surgieron versiones extraoficiales que sugieren que las muertes podrían estar vinculadas a conflictos dentro de los penales, controlados en parte por carteles de la droga.
Estas versiones han generado inquietud en la sociedad, al señalar la posibilidad de que algunos de los decesos no se traten de suicidios, sino de homicidios encubiertos.
Hasta el momento, no se ha informado sobre sanciones para los directivos de los penales estatales, quienes tienen la responsabilidad de proteger la vida de los internos.
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