Hasta hace tres meses el 42% de la población se encontraba en pobreza moderada y el 7% se ubicaba en pobreza extrema, y de acuerdo a proyecciones del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el nivel primer podría ascender al 56%, y al 20% la pobreza extrema.
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En este contexto no solamente se deben considerar los ingresos económicos, ya que la pobreza se mide además en carencias sociales...
Es decir cómo los hogares tienen acceso a servicios básicos de alimentación, salud, seguridad social y vivienda, de tal modo que estos niveles de pobreza se establecen considerando la falta de más de tres carencias
Así lo explicó Rubén Irvin Rojas Valdés, analista integrante del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), quien añadió que la línea de pobreza moderada se presenta cuando el ingreso en hogares urbanos es de tres mil 500 pesos mensuales y dos mil 100 pesos en familias rurales, más, en los casos tres carencias.
En la línea de pobreza extrema son “mil 170 pesos para los hogares rurales y mil 637 pesos para los urbanos y con más de tres carencias sociales. Esa es la dimensión de un problema que sitúa a 7.4% familias en esta situación lo que significa alrededor de nueve millones de personas y se proyecta que después de la pandemia el número se incrementará a 15 millones de ciudadanos”.
Lo anterior, “pensando que el fenómeno se pudiera presentar de manera uniforme, pero la realidad es que ese grado de pobreza se estará desarrollando en un 75%, en 50 núcleos urbanos, donde se encuentran los trabajos más golpeados por las restricciones impuestas por la pandemia y que aportan una gran proporción del Producto Interno Bruto”.
Es decir, donde se están perdiendo muchos empleos y donde la gente tiene menos apoyos y hay más presencia del Covid-19; y es en el comercio informal donde más va a pegar la epidemia económica que incluye a las personas que dependen del trabajo subordinado y de los negocios pequeños y medianos
Rubén Irvin Rojas Valdés, Analista integrante del CIDE
Pero en una gran proporción el golpe se sentirá en los empleos informales donde se carece de seguridad social y a la vez no se cuenta con los apoyos que en ocasiones otorgan los gobiernos, trabajadores que tal vez padecen alguna enfermedad y no pueden salir a trabajar o no hay en dónde, eso afectará a todas las clases sociales porque la reducción de los ingresos en algunas familias va a repercutir en el resto de la población y eso pudiera durar algunos años, dependerá de cómo los gobiernos logren conservar los empleos.
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