El mes de diciembre que hoy iniciamos no debe ser pretexto para caer en excesos y placeres sin sentido, los cuales no hacen perder la comprensión del real significado de las fiestas navideñas.
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Es común que, al mencionar alguna reunión, familiar, entre amigos o incluso dentro de las empresas, lo primero en que se piense es consumir alcohol en exceso, sin medir las consecuencias que ello acarrea, considera el vocero del Obispado de Aguascalientes, Felipe Gutiérrez Rosales.
De unos años a la fecha se ha querido descristianizar la Navidad, desear solo felices fiestas y convertir la época en una vorágine de excesos, de gastos sin control y olvidándose del motivo principal de esta época, que es Jesús que llega para salvarnos
Hizo un llamado a los aguascalentenses a prepararnos de manera adecuada para vivir y sentir al interior de nuestras familias el verdadero significado de estas fiestas y que las mismas nos ayuden a ser mejores humanos, no a llegar a enero con problemas y remordimientos innecesarios.
Es necesario que dejemos a un lado los excesos en el consumo de alcohol, en la fiesta, en las posadas y en los consumismos, que es lo más marcado y que siempre nos deja solo malas experiencias
El mes de diciembre que hoy inicia, insiste, debe ser un periodo lleno de esperanza, de reflexión sobre aquello que hicimos durante el año que se ha ido y los planes y proyectos para el próximo ciclo.
La llegada de Jesús marca el inicio de la esperanza y creo que eso es lo que tenemos que sentir y transmitir todos: esperanza para que quienes se acerquen a nosotros se lleven algo bueno y no solamente las quejas que siempre tenemos y que nos dejan los excesos y el desenfreno sin control que muchos ven en los días que están por venir.Felipe Gutiérrez Rosales, Vocero del Obispado de Aguascalientes
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De diciembre marca para los mexicanos el inicio de las festividades decembrinas
