Para la Iglesia católica, es preocupante que, a dos meses de concluir el presente año, se haya rebasado ya la cifra histórica de suicidios en territorio estatal, hecho que nos cuestiona como sociedad y debe ser un llamado de atención para aportar soluciones y trabajar desde nuestra trinchera.
Hasta este fin de semana, se tiene el registro de 152 personas que, durante 2019 han decidido escapar por la puerta falsa, contra 145 que lo hicieron a lo largo de 2018. El año con una incidencia más alta de esta problemática había sido 2017, con 150 casos en ese periodo.
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Al respecto, Felipe Gutiérrez Rosales, vocero de la Diócesis de Aguascalientes, califica como preocupante y lamentable esta situación, pues más allá de la numerología, son vidas humanas perdidas y que muchas veces dejan en la indefensión y con gran dolor a sus familias.
Como sociedad, no hemos asumido los desafíos que ello implica. Desafíos de acompañamiento, de infundir y compartir el sentido de la vida. A nosotros como Iglesia nos toca el predicar el sentido de la vida y la búsqueda del sentido de la vida, para que las personas se fortalezcan y tengan más elementos en situaciones límite, como las que orillan al suicidio
Tanto quienes habitamos la entidad, como los gobiernos, debemos ser conscientes que en algo hemos fallado y necesitamos poner más atención y analizar caso por caso para atajar las verdaderas consecuencias en un tema de alta complejidad como éste.
Este año nos faltan dos meses y ya se rebasó el límite que en otros años se había alcanzado. No podemos echar culpas a nadie, porque es un problema muy complejo, donde se mezcla alcohol, se mezclan drogas, se mezclan los sinsentidos de la vida y la falta de Dios.
Felipe Gutiérrez Rosales, Vocero de la Diócesis de Aguascalientes
Los aguascalentenses, de todos los niveles y sectores, advierte, debemos redoblar esfuerzos para atacar de fondo este mal que nos cuestiona, sin excepción, como sociedad.
En el caso de los múltiples programas oficiales, puestos en marcha para tratar de disuadir a los suicidas de cumplir con su cometido, ha faltado conocimiento y estrategia, si bien reconoce que no hay fórmulas mágicas para atajar este complejo problema.