Los sacerdotes viven, al igual que el resto de los ciudadanos, en riesgo y son víctimas comunes de robos domiciliarios, asaltos, extorsiones y toda clase de delitos, reconoce el cardenal Francisco Robles Ortega.
Afirma sin embargo que las acciones delictivas que han padecido no obedecen a ninguna persecución en contra de la Iglesia Católica ni sus integrantes, sino que son consecuencia de una condición generalizada de violencia.
Al sacerdote se le quiere extorsionar como al resto de los ciudadanos, por llamadas telefónicas, por coacción, irrumpiendo en su casa para robarlo. Hay un incremento en la inseguridad para la vida del sacerdote
En conferencia de prensa, ofrecida en el marco de su asistencia a la romería en honor de la Virgen de la Asunción, patrona de Aguascalientes, Robles Ortega insistió que no existe una guerra en contra de los clérigos, sino que ellos son también víctimas del aumento sostenido en los índices delictivos.
Gran parte de esta situación, dijo, deriva del hecho que gran parte de la sociedad ha caído en actitudes de individualidad que la dividen, desintegran y hacen a un lado a los demás cuando éstos no sirven ya a los intereses particulares.
Hay que estar muy atentos a que el individualismo que toca el corazón de cada uno de nosotros no nos sustraiga a nuestra esencia. Nosotros hemos sido hechos para la relación con el otro, con los demás, para ser felices con los demás, no solos, abiertos a lo que los demás nos pueden ofrecer y aportando lo que podamos.
Francisco Robles Ortega
Llamó finalmente a hacer a un lado el pecado del egoísmo, desterrar el individualismo y no buscar la felicidad de manera desordenada prescindiendo de los demás o a costa de ellos.
VISITA
El prelado tapatío estuvo en esta ciudad para asistir a las festividades en honor de la Virgen de la Asunción.