Más que echar culpas o pasar la pelotita, todos los órdenes de gobierno deben poner manos a la obra para resolver la grave descomposición social que registran ya algunos estratos de la población en Aguascalientes.

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Hechos como el ocurrido el sábado, si bien deben derivar en una sanción para los responsables de incurrir en descuido por dejar un arma de alto poder al alcance de cualquier, son un llamado urgente para unir esfuerzos, antes que ocurra una verdadera desgracia.

Para el vocero de la Diócesis de Aguascalientes, Felipe Gutiérrez Rosales, es necesario un mayor combate a la distribución, consumo y venta de enervantes de todo tipo, pero también integrar elementos educativos que permitan a muchos ciudadanos evitar la imitación de situaciones ocurridas en otros países o, peor aún en series televisivas de ficción cuyos personajes son idolatrados por las masas.

Como se ha dado a conocer con oportunidad, el sábado anterior, una mujer en presunto estado de intoxicación tomó un rifle R15 del interior de una patrulla estacionada y comenzó a disparar en repetidas ocasiones en la vía pública, hasta que fue neutralizada por los propios elementos de la Policía Preventiva.

Tanta referencia que vemos en otros sitios, lo que ocurrió en una escuela de Torreón, tantas cosas que suceden en Estados Unidos, donde gente con armas ataca a grupos de personas, eso repercute en muchas mentes y si a eso le sumas el efecto del alcohol y de las drogas, lógicamente se convierte en un peligro. Las narco series tienen imágenes que provocan mucha ficción

Más que lanzar culpas, advierte, en este momento se requiere una importante suma de esfuerzos, especialmente en el ámbito policiaco, donde cada policía, gobernantes y ciudadanos tenemos un rol que nos corresponde y debemos cumplir a cabalidad.

Para el vocero de la Diócesis, la solución a esta problemática no es cortar cabezas por consigna o presión, sino ver cómo se enfrenta el problema de una manera más social o abierta.

Todos tenemos que colaborar y en ese sentido, cada uno poniendo la atención debida y el cuidado debido a las cosas. Qué bueno que no llegó a ser una catástrofe, pero sí hay que ir a fondo en recomponer el tejido social antes que sea tarde.

Felipe Gutiérrez Rosales, Vocero de la Diócesis de Aguascalientes

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